lunes, 9 de enero de 2012

Señor Padre Todo Poderoso y Eterno, permite la conversión de los pecadores de este mundo. Que en el día de tu juicio, seamos dignos de entrar en el Reino, que ha sido preparado por Dios. Te lo pido por los méritos de la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, quien vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.